domingo, septiembre 30, 2007
¿ COMO PUEDO SER HOY DISCÍPULO DE JESÚS ?

“Ser discípulo de Jesús hoy parece algo inalcanzable”, me decía uno de los joven del grupo que hace pocos días preparaba para que realizaran el Sacramento de la Confirmación; “porque vivimos en un mundo donde cada día los hombres nos vamos olvidando de Dios y muchos son los que se embriagan por un sin número de cosas del mundo, que les amarran y arrastran hacia su propia destrucción”.
“¿Será que ante tanta incorrección la bondad de Dios aún prevalece para que nos dispongamos ha abandonar esas cosas y nos atrevamos a construir ese camino de perfección que ofrece?”

A lo que le respondí: Es allí precisamente en medio del desasosiego donde está Jesús esperándonos con los brazos abiertos para que levantemos la vista y lo miremos fijamente decididos a ser sus seguidores.

Sabes, cuando Jesús pasa, llama. Somos nosotros los que nos hacemos sordos y no queremos escucharle. Exactamente, porque estamos aún fascinados en las cosas mundanas y como anestesiados, no nos atrevemos a decidir con libertad y de manera radical, seguir tras sus huellas dejando que Él, quien se ofrece como alfarero, remodele y reconstruya nuestra vida.

Hay otros que nos disponemos a escuchar su llamada. Y por nuestra voluntad, salimos a su encuentro mirándole a sus ojos. Pero dudamos aún por estar aturdidos y le preguntamos: ¿Por qué Yo Señor?, ¿Cómo puedo seguirte hoy Señor en este mundo que se estremece por tanto desamor, guerra y violencia? ¿Cómo puedo seguirte hoy cuando muchos hermanos aún son excluidos de vivir dignamente? ¿Cómo puedo seguirte hoy si no tengo fuerzas suficientes para enfrentarme a los que tienen el poder establecido y que actúan con deshonestidad destruyendo a las personas? ¿Como puedo seguirte hoy si aún muchos de nosotros seguimos siendo egoístas, odiosos y rencorosos? ¿Dinos hoy Señor como es posible asumir esta cruz que ofrece la vida y así ser tu discípulo?
¿Si Jesús estuviese aquí entre nosotros, como crees que nos respondería?

¿Cuantos desiertos vivimos y aún no lo alcanzamos a descubrir, cuantos senderos hemos cruzado y cuantos hemos recorrido sin mirar a ningún lado, convencidos de que conocemos nuestros sentimientos y la verdad? ¿Cuantas inquietudes guardamos en nuestros corazones y que no queremos sacar y compartir con Él? Hoy quisiera que hagamos un pare en nuestra vida y nos sentemos a reflexionar como la hemos construido; y con mucha decisión arranquemos aquellas cosas que están enraizadas, pidiéndole a Jesús que esté a nuestro lado ayudándonos y guiándonos como lo prometió a sus discípulos: “Yo estaré con ustedes hasta el final de los tiempos y la fuerza del Espíritu Santo les inspirará y fortalecerá para que hagan una vida diferente”.

Hoy el Señor quiere cristianos dispuestos a transformar a la iglesia y la sociedad, que sean valientes para enfrentar toda dificultad, atrevidos a colocar los dones al servicio de su obra; y sin afanes, para caminar con Él a su lado, como lo hicieron los discípulos de Emaús que recibieron su aprendizaje y los conocimientos necesarios para ser sus testigos en el mundo. Hoy esa es la invitación que nos hace a todos los hombres y mujeres, sin distingo de raza y condición social, para que seamos portadores del Reino de Dios y de la salvación manifestada en Jesucristo.


UN DISCÍPULO NACE EN EL MOMENTO QUE ESCUCHA EL LLAMADO DEL MAESTRO JESÚS Y SE ATREVE A SER SU SEGUIDOR.
 
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jueves, septiembre 27, 2007
A VIVIR NUESTRAS ILUSIONES

Es triste ver hoy en día a muchos hombres que no despiertan del letargo de su dejadez espiritual olvidándose cada vez más de Dios y lo peor de todo es que, no son capaces de soñar por perpetrar algo que vaya a favor de su persona, que le emocione y le haga vibrar su corazón de alegría y felicidad.

Quienes viven así, se les nota que caen en un desasosiego profundo y en el más grande de los abismos. Se desplazan a velocidades incalculables hacía su propia destrucción sin percatarse siquiera que su vida y sus horas se les agotan con la amenaza de ser estrellados sobre algo que les va a ser muy doloroso debido a sus propias inseguridades.

La razón fundamental de la existencia de todo hombre es vivir como persona, aprender a convivir y desarrollarse con otras en comunidad.

Hoy con mucho dolor podemos afirmar que vivimos en una sociedad donde los sueños parecen estar devaluados y donde el hombre es asemejado a las maquinas y las nuevas tecnologías, siendo cada vez más absorbido por imperios de muerte y destrucción; dejándose influenciar en su medio por lo económico y lo social.
Allí, es utilizado, maltratado y los que le manipulan les impiden soñar, tener esperanzas y hasta formar una familia digna.

Es lamentable que el hombre actual solo piense en satisfacer sus necesidades y poseer bienes materiales. Con mucho asombro vemos que desde que se despierta en las mañanas hasta que se acuesta por las noches, no piensa en Dios y ni siquiera le agradece por la vida; solo está en función del dinero, de lo vano, de lo vació y de lo superficial.

Su afán es tener, poseer, ser importante en su medio y en valerse del desprecio y la vanagloria ante los demás para lograr ser reconocidos y galardonado como persona importante y significativa; con el orgullo de menospreciar a aquellos que a su alrededor viven en la absoluta miseria y que no poseen lo suficiente para subsistir.

El soñar, tener esperanzas e ilusiones hace parte importante de la vida, con ellas se siembra y se construye la historia de la humanidad, de la familia y de la persona. No dejemos que nada ni nadie las destruya, porque allí, se refleja la pasión por Dios.

La mies es abundante y en ella debemos trabajar todos los cristianos en el mundo a fin de arrebatarle al maligno esas fuerzas oscuras que invaden al hombre y a la sociedad. Pidámosle con mucha insistencia al Espíritu Santo que nos de una fuerza interior que sea capaz de arrancar los embates a la vida y que todas esas dificultades que nos deprimen sean desplazadas mediante el conocimiento cada vez más profundo del amor infinito de Dios.

Orémosle también para que nos llene de inteligencia espiritual para poder testimoniar al mundo que solo con Jesús vivo en nuestros corazones, podemos complementar nuestras capacidades humanas y a darle el verdadero sentido a nuestros actos.


SEÑOR TRANSFORMANOS Y AYUDANOS A SER DÓCILES A TU PALABRA
 
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martes, septiembre 25, 2007
¿ NACER DE NUEVO ?

Al reconocernos impotentes para romper las barreras que nos depara la vida, buscamos afanosamente en medio de nuestras sombras y dificultades, un rayo de luz que nos conduzca a rasgar todos esos esquemas que se han ido sembrando en nuestros corazones y que nos impiden ver con claridad la manera tajante de cambiar y la de optar por conocer los medios y los caminos que nos conduzcan a encontrar y recibir de Dios su enseñanza, hacia la vida nueva.

¿Cuanta experiencia y sabiduría acumulamos en nuestra vida?, ¿cuantos proyectos soñamos y cuantas iniciativas tomamos para nuestro beneficio material? pero nada de ello nos da la luz verdadera que idealizamos, porque siempre vivimos insatisfechos y llenos de muchas complicaciones.

Cuando nos atrevamos a tomar la iniciativa que tomó Nicodemo (Jn. 3. 1-21) y nos preocupemos por ver, conocer y recibir el testimonio de la Resurrección de Jesús que nos lleve a cambiar, cuando nos dispongamos a dejarlo todo, a dejar actuar al Espíritu Santo reconociéndonos frágiles e impotentes, descubriremos que ya actuamos hacia esa nueva ambición de sentirnos a gusto por haber encontrado a Dios.

Preguntemos hoy al igual como lo hizo Nicodemo cuando visitó en la noche a Jesús: « ¿Rabbí, cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» a lo que Jesús, le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. No te asombres de que te haya dicho: Tenéis que nacer de lo alto. El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.».

En la medida que orientemos nuestro corazón a la acción de Dios y nos coloquemos en la disposición categórica de renacer del agua y del espíritu, es decir, reconociéndonos sus hijos y seguidores de Jesucristo nuestro único Salvador, liberador y sanador, veremos con nuestros propios ojos que Él, nos ayuda a lograr el encuentro definitivo con el Maestro alfarero que quiere moldear nuestra vida de acuerdo a su plan de salvación y a que comprendamos de verdad que la vida renovada a la que nos invita disfrutar, es una comunión mas cercana con el Padre Celestial.

Así como Jesús para entrar en el reino de los hombres tuvo que nacer de abajo, nosotros para entrar en el reino de Dios tenemos que nacer de nuevo y de arriba. No bastan las fuerzas humanas, ni el deseo, ni la esperanza humanas, porque:”lo que nace de la carne es carne “.

Estemos muy despiertos y con las lámparas encendidas, tengamos los ojos muy abiertos sin endurecer el corazón para escuchar con claridad la voz de Dios.


“SI OYEREIS HOY MI VOZ, NO ENDUREZCÁIS VUESTROS CORAZONES”.
 
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domingo, septiembre 23, 2007
EL VERDADERO CONTENIDO DE LA VIDA

Vivimos hoy en un mundo donde el hombre cada día se convierte en ostentador de riquezas materiales y por su falta de autodominio se deja engañar, manipular y con mucha facilidad arrastrar por ideas oscuras y costumbres distintas a sus propias tradiciones. Aceptan y siguen como autómatas el pregonar de personas o de los medios de comunicación mirando su propio prestigio y bienestar, olvidándose así, de edificar una vida con un verdadero contenido ético y moral que sea testimonio del plan que Dios nos ha señalado.

Nos adaptamos tanto a esas ostentaciones y a esos pensamientos sombríos, que caemos en la tentación de soñar con unas metas llenas de fantasías, utilizando a personas inocentes, para que hagan nuestra propia voluntad y cuando ya ellas no nos interesan, las creemos inservibles, no las valoramos, las destruimos y desechamos como objetos sin valor, porque ya no valen para nuestros propios intereses y beneficios.

También habemos otros que alimentados por el espíritu del mal vendemos nuestra conciencia y dignidad por unos cuantos platos de lentejas, haciéndonos esclavos del dinero, de la infidelidad conyugal, del poder, del prestigio social, de las apetencias de la carne, de la codicia por poseer y de la indiferencia hacia las cosas que son de interés social o comunitario que van en beneficio de los más pobres y necesitados. En fin, realizamos una vida que sigue un sentido opuesto a los principios que Dios quiere.

La realidad es que de todas las tentaciones a las cuales estamos expuestos y sometidos, siempre van hacia una misma dirección: tener y tener en vez de ser y crecer.
Por ello, es importante que hoy reconozcamos que a la verdadera felicidad solo se alcanza con una vida acorde a los valores que pregonó Jesús, siendo humildes y sencillos de corazón y como niños no ostentosos busquemos metas asequibles siendo desprendidos de toda riqueza material que nos conduce a la avaricia, el desenfreno y a la corrupción de nuestro ser. Siendo testigos impregnados por el amor bondadoso de Dios realizando hechos y acciones coherentes a los principios que Él nos pide y que están consignados en los Santos Evangelios.

Luchemos pues por alcanzar la felicidad verdadera, pues ella ni se compra ni se vende, sino que se construye con el sacrificio de la cruz. Indagar por las riquezas materiales y el poder del mundo, es negociar con el maligno, que busca sobremanera que el hombre, ante su debilidad por el pecado, se distraiga y opte por seguir caminos diferentes a los que quiere Dios. No olvidemos que todo don y toda gracia vienen de Él.


EL HOMBRE NO SOLO VIVE DE LA RIQUEZA MATERIAL, SINO QUE HA DE ORIENTAR SU VIDA HACIA LA VOLUNTAD DE DIOS.
 
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jueves, septiembre 20, 2007
DEMOSLE EL TIEMPO AL TIEMPO

Cuando nos disponemos a tener una vida acorde a los principios que Jesús nos ha señalado, nos damos cuenta que remar mar adentro no es tan fácil, por que siempre existen los tropiezos que nos distraen y tempestades que nos hacen flaquear; pero es ahí, donde la fe, la esperanza y la confianza en Dios nos hace sentir como unas fortalezas indestructibles y nos ayudan a continuar.

Recordaba esas tantas lecciones que Jesús nos dio durante su vida, las que dieron calma a los tantos obstáculos que se le presentaban a todos aquellos que optaron por seguirle. Tanto Él como a sus discípulos fueron hostigados por el pecado y los vicios del mundo, siendo muchos los pasajes donde el enemigo los tentó para impedirles que pregonaran la Buena Nueva que los hombres de buena voluntad necesitaban para crecer libremente y andar por los caminos que Dios había señalado.

¿Cuantos rostros y cuantas caretas en personas envidiosas, llenas de egoísmo, odio, persecución, calumnia, los siguieron de cerca y quisieron señalarlos como creadores de división entre su pueblo y sus seguidores, cuantos engaños e injusticias y hasta fraude? ¿Cuantas pasiones desordenadas tuvo que soportar Jesús durante la vida pública, las que fueron llenando con intrigas, mentiras y escándalo a quienes les incomodaba su humildad y su sencillez? Pero Él con la fuerza de su Padre continúo su misión y con autoridad, las combatió y destruyó.

La parábola de la cizaña nos da tantas lecciones importantes para nuestra vida cristiana, en ella, Jesús nos muestra como toda mala hierba le impide al trigo o a las semillas buenas crecer libremente en el campo de Dios.

Hoy son aún muchos los que se preguntan insistentemente: ¿porque siendo Dios tan bueno y misericordioso permite que el dolor y el sufrimiento humano se muestre mas en los humildes y sencillos o en los inocentes y desamparados?, ¿Siendo Dios justo, permite que exista el dolor y el sufrimiento humano?, ¿Por qué aún existe la envidia y los enemigos de aquellos que pretenden alcanzar con la ayuda del Espíritu Santo el camino hacia su perfección?

La respuesta la tenemos en nuestras manos. Dios no quiere que seamos apresurados. Él quiere que le demos el tiempo al tiempo hasta que llegue el día de la siega, Él con su infinita paciencia, quiere que le demos la oportunidad a los que con artimañas quieren engañar a los que quieren seguir de verdad los caminos de Jesús. A los malos hay que enseñarles con sus propios errores, para que así se arrepientan y se conviertan.


SEAMOS PACIENTES Y DEMOSLE AL TIEMPO SU TIEMPO ORANDO POR LOS QUE NOS PERSIGUEN Y CALUMNIAN.
 
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martes, septiembre 18, 2007
A LOS QUE LLAMA EL SEÑOR

Me preguntaban hace unos días unos jóvenes a quienes les preparaba para que realizaran el Sacramento de la Confirmación: ¿por qué Dios dispuso que viniera al mundo su Hijo unigénito, siendo que Él como creador absoluto lo hizo todo perfecto y que nosotros semejantes a su naturaleza divina con unos dones particulares, estemos invitados al gran banquete del Reino, sanando nuestro espíritu y convirtiéndonos en hombres nuevos que le ayuden a revelar su obra creadora en el mundo?

Entonces les comencé a recordar los tiempos que precedieron la venida de Jesús y les explicaba la forma como los judíos esperaban ansiosamente la llegada de un Mesías, quien sería enviado por Dios a fin de corregir la injusticia, la tiranía y el mal que existía en toda la tierra y se estableciera su Reino.
Les hacia ver como los judíos, soñaban realizar un acontecimiento glorioso a su nacimiento, realizando una gran fiesta en honor de sus “fieles seguidores” a la cual estarían solo invitados los religiosos y dignos de Dios y aquellos que estuvieran sujetos a los estrictos requerimientos de la ley.
Les hice ver que la venida del Mesías para los judíos tenía un trasfondo religioso y cultural y no como el que habían anunciado los profetas.

Para resumirles más aún sus preguntas les aclaré diciéndoles, que el caso sucedió todo lo contrario, cuando vino el Mesías anunciado, nació en medio de toda pobreza, sin los honores y fiestas llenas de decoros como las habían planeado. Nació entre la gente pobre y humilde; y a medida que crecía en sabiduría, se fue mezclando con la gente despreciada y apartada de esa sociedad a quienes miraba con amor y los invitaba a seguirle para proclamar juntos la llegada del Reino de Dios entre los hombres. Su misión fue la de tomar como iniciativa, el rodearse de colaboradores sumisos y sencillos que estuviesen dispuestos libremente a seguirle para vivir los valores del Reino mediante una ruptura total a su forma de vida.

Ellos quedaron atónitos ante lo que les decía. Fue entonces cuando me atreví a plantearles la siguiente propuesta:
Hoy le traigo a cada uno de ustedes una razón del Maestro; son unas palabras que les ayudara a salir de todas las dudas.
Él nos pide a los que optamos por seguirle, que no tengamos los oídos sordos a sus palabras como les pasó a todos aquellos que le esperaban como un Mesías con poder dominante y justiciero o como el que hablaba diferente, el milagrero o el mago; o como aquellos que lo acompañaban a todas partes y lo apretujaban solo por el hecho de escucharle, de ser sanados de enfermedades, para observarlo como realizaba los milagros de resucitar a los muertos o para señalarlo de violador de las leyes.

Hoy se hace necesario que le prestemos toda atención a sus palabras que están llenas esperanzas que nos conducen por el camino de la verdadera libertad y de una entrega total al servicio de su Obra. Él quiere que nos perfeccionemos con la ayuda del Espíritu Santo, dejando a un lado todo lo que nos impide ser sus seguidores y confidentes, a que nos convirtamos en sus predilectos discípulos, siendo pescadores de hombres y sin ningún temor salgamos por el mundo anunciándole como el Salvador que transforma nuestra existencia en vida abundante: El Señor nos llama a ser como Él, humildes y sencillos de corazón.

Y les termine diciendo: La cosecha es abundante pero los obreros con que contamos son pocos, por ello, los invito a que nos atrevamos a tomar en la mano el azadón y el machete y procedamos a cultivar la buena nueva en los diferentes ambientes donde nos movamos.


“VENGAN A MI LOS QUE ESTÉN CANSADOS Y AGOBIADOS QUE YO LOS ALIVIARE”
 
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domingo, septiembre 16, 2007
UN CONTACTO GENIAL CON EL MAESTRO

En estos días dialogaba con un amigo sobre ese contacto que alguna vez en al vida hemos tenido con Jesús y sobre esa experiencia consecuente de haberle aceptado como el tutor que nos apoya y nos ayuda a transformar nuestras vidas. También hablábamos de esos sucesos tan terribles que han ocurrido y que han conmovido el mundo moderno como los atentados acontecidos en los Estados Unidos a las torres gemelas aquel 11 de Septiembre del 2.001 y aquellos que recientemente han sacudido a nuestro país, como lo fue la muerte inhumana por parte de la guerrilla de los once diputados de la ciudad de Cali.

Nos lamentábamos por las familias que sufren y por la perdida de inocentes que no tuvieron nada que ver con los caprichos de pocas personas que conformando algunos grupos terroristas, se olvidan de la existencia de Dios, violan el derecho a la vida y a la dignidad y se creen omnipotentes y superiores a los demás.

En medio de tanta conmoción mirábamos con mucha sensibilidad todos los hechos lamentables que causan el dolor, la tristeza y el desencanto; y desde el punto de vista cristiano, nos dimos fortalezas como instrumentos de paz y esperanzas, para que emprendiéramos campañas en el mundo sobre lo que significa estar aferrado a la cruz de Jesús.

Y así mismo nos decíamos: Jesús sufrió y nos dio el ejemplo más grande de cómo enfrentar el dolor, nos pidió que uniéramos nuestro dolor al suyo y nos exhorto a que lo sintiéramos como el medio único que transforma y da la fuerza que nos cambia.

Él como humano vivió y sintió el sufrimiento; y conoce muy bien que ese don no está ausente de la vida de nosotros. Con su Resurrección lo cambió en alegría y esperanzas. Ello, lo pregona aún en los Evangelios, donde nos pide vivir en los sufrimientos y en las persecuciones para hacernos fuertes.

Al ser elevado y clavado en la Cruz, los hombres de fe obtenemos la fuerza para soportar los sufrimientos. Por ello, Él nos llamó bienaventurados y prometió el Cielo a quienes sufriéramos la pobreza interior y exterior. A todos aquellos que prefirieran a Dios antes que al sufrimiento, les prometió la unión con el Padre. A los que pusieran sus susceptibilidades y resentimientos a un lado para perdonar, les prometió misericordia. A los que lucharan por la paz, les prometió la filiación divina, y a aquellos que sufrieran porque lo amaban, les prometió la alegría.

JESÚS PREFIRIÓ SEGUIR PERMITIENDO EL SUFRIMIENTO HACIÉNDOSE ÉL MISMO EL EJEMPLO PARA TODOS LOS HOMBRES.
 
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jueves, septiembre 13, 2007
LO PRODIGIOSO DEL AMOR DE DIOS

Cuando Jesús llama e invita a que le sigamos, se dirige a nosotros como un amigo que nos expresa el gran amor del Padre y nos acepta tal como somos, con todos nuestros defectos.
Su llamada es muy particular, porque pronuncia nuestros nombres y brinda su compañía libre de condiciones para que en los momentos de gozo y de dificultades acudamos a Él, si ningún temor. Además, nos coloca el sello de ser sus valiosos e importantes elegidos y nos resguarda en cualquier medio donde estemos o nos movamos.

En la manifestación de su llamada, nos muestra su cariño y su acogida y nos enseña lo prodigioso del amor del uno con los otros, pues allí nace la libertad, la paz, la armonía, la amistad fraterna. También nos pide alimentarla infatigablemente con la aceptación y el compartir constante.

En la expresión que le damos a nuestra respuesta y del pronto y acertado beneplácito para seguirle, se personifica la profundidad de nuestro amor hacia Él, porque, cuando a un ser que amamos, le escuchamos y le sentimos clamar su alegría por recibirnos tal como somos, nos urge dar una respuesta afirmativa:¡SI te quiero seguir! Aunque sepamos cuan grande es el costo personal que tenemos que abandonar.

Al responderle SI, aceptamos ser su amigo, ser su seguidor, ser su confidente y ser sus discípulos. Porque, así es el amor que nos trasporta hacia la unión del ser y del querer estar por siempre al lado de la persona que amamos. Si no existe el amor no hay la comunicación ni el intercambio de ideas, ni mucho menos la manifestación de sentimientos.
El llamado que nos hace Jesús es también para unirnos por amor a la misión que asumió cuando propuso a los discípulos propagar el Reino de Dios en el mundo. A cada uno llama de manera diferente e invita a hacer realidad las ilusiones que idealizamos de acuerdo a nuestras cualidades, dones y gracias que han sido depositados en nuestros corazones para ponerlas al servicio a los demás, sin intereses.
En las crisis y las experiencias del sufrimiento Él se hace presente para fortalecer el vínculo de su amistad mediante un amor sincero y a enseñarnos a ser pacientes y compasivos en los sufrimientos nuestros y de los demás.
Atender su invitación, es la única oportunidad que tenemos para responderle como unos verdaderos hijos de Dios.

EN LA VIDA NO HAY AMOR Y FELICIDAD VERDADERA SIN JESÚS.
 
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martes, septiembre 11, 2007
LA PRÁCTICA DE UN SEGUIDOR

En la practica Cristiana nos hemos mal acostumbrado y son muchas las ocasiones que no queremos dejar que la acción del Espíritu Santo penetre en nuestros corazones, porque nos empecinamos en solo escuchar de otros palabras elocuentes que nos llegan a los oídos, nos embelesan y hasta nos transportan sobre lo que han aprendido de la vida de Jesús; pero solo se nos quedan allí, ya que en la practica, no nos proponemos actuar e ir dejando también nuestras huellas ante el compromiso que adquirimos por la gracia de Dios y por querer ser verdaderos seguidores de Jesucristo.

En muchas comunidades religiosas vemos del mismo modo como muchos de sus miembros se dejan envolver por hermosas y elocuentes teorías de la vida y de las situaciones del mundo, alimentando sus criterios y formando sus conciencias con ideas vagas y apartadas del seguimiento de un discípulo y salen a realizar sus evangelizaciones pregonando muchas veces el amor de Dios siendo que en la práctica, vivencian acciones diferentes e incoherentes a lo que verdaderamente quiere Jesús.

La practica y el actuar que nos enseña Cristo es el de abrirnos a la voluntad de Dios, es decir, cultivar el amor fraterno en el mundo, a administrar con sensatez los talentos que de Él hemos recibido, a multiplicarlos en cada lugar del mundo, a demostrarle a los hombres que somos fieles cumplidores de las enseñanzas que hemos recibido del Evangelio para ser unos auténticos discípulos y a dejar sembrado en cada corazón ese amor bondadoso y misericordioso de Dios.

El Ejemplo que nos ha dejado el Maestro como herencia, es la de sembrar de una manera diferente a la que estamos acostumbrados. No siendo conformistas, ni defensores del orden establecido o de las cosas que se nos imponen, No, Él nos estimula y nos exige a que debemos actuar con mucha sensatez y decisión.

Por su actuar conforme a la verdad, fue incomprendido y poco entendido. Su manera de preocuparse por los demás (pobres, lisiados, enfermos, desplazados, etc) hizo tambalear a muchos por hacer viva una forma de pensar y de actuar diferente. Por ello, provocó choques y hasta desencantos cuando con su dedo señalo de falsos profetas a los grandes dirigentes eclesiales y políticos por haber provocado muchas circunstancias adversas a las leyes y al orden establecido por Dios. Fue entonces, cuando lo persiguieron para anularlo y le dieron muerte.

La predicación basada en una práctica coherente al Evangelio es una tarea ineludible de todo seguidor, por tanto, el mensaje que proclamemos ha de estar demostrado mediante un testimonio de vida que para muchos no será del agrado, pero lo más importante, es atenerse a todas las consecuencias, hasta si fuese el caso de una muerte en cruz.


¿CÓMO MULTIPLICAMOS LOS TALENTOS QUE DIOS NOS HA DADO?
 
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sábado, septiembre 08, 2007
UN CARISMA QUE ME SACUDE

Cuando hablo de Carisma, me refiero a esa sensación interior que me inquieta, que arde y que da identidad a mi ser y proceder cotidiano frente a la misión que asumí delante de Dios y los hombres.

Hoy me refiero a ese estremecimiento que llevo por dentro, que me sacude e inspira desde que conocí y entregue mi vida al servicio de la Obra de Dios en la Comunidad Salvatoriana Laical.

Desde mi inicio como Laico comprometido, he querido seguir tras las huellas de Jesús y del Padre Francisco María de la Cruz Jordán, quien fuera el Fundador infatigable de la Sociedad del Divino Salvador.

Ellos han dejado plasmado en mi corazón, palabras y exhortaciones que me inspiran el pensamiento y la inquebrantable preocupación de transformar con fuego, la Iglesia y sociedad mediante una propuesta moderna que va de acuerdo a los signos que muestran los tiempos y que me comprometen. Es ahí donde nace el sentido que le he dado a esta página; un trabajo pastoral evangelizador que llegue a todo lugar del mundo donde el Espíritu Santo me inspire, para que el hombre se afane en realizar su propia innovación hacia un seguimiento por la obra de Dios, de manera sencilla y diferente.

Soy consciente que mi compromiso en el espíritu Salvatoriano ha de estar enmarcada dentro la expresión de la amabilidad, bondad, discernimiento, apertura, simplicidad, humildad, confianza y en una visión positiva que ha de dar a conocer con mi testimonio de vida al único y verdadero Dios y a Cristo nuestro Salvador. Siendo también mi ideal el procurar sembrar cada día más en mi vida, un fuego inspirador y transformador que le demuestre al mundo que en Cristo Jesús se alcanza la fuerza y el poder convertidor a una vida nueva siendo coherente al Evangelio.

Hoy 8 de septiembre del 2007 cuando se conmemora los 89 años del fallecimiento de Francisco Jordán, quiero que el mismo empuje del Espíritu que lanzo a Jesús a proclamar la Buena nueva, me de coraje y me sacuda para convertirme cada día en un discípulo efectivo de Jordán y sin temor a nada, pueda explorar, conquistar y promover el corazón de muchos hombres y mujeres en el mundo para que con la luz del Cristo Salvador pueda lograr que se muevan a optar por seguir a Jesús al estilo Salvatoriano.

¡QUE ORGULLOSO ME SIENTO DE SER UN SALVATORIANO!


“UN SOLO HOMBRE INFLAMADO POR EL CELO DE LA FE, ES SUFICIÉNTE PARA CORREGIR A TODO UN PUEBLO”

P. Francisco María de la Cruz Jordán
 
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jueves, septiembre 06, 2007
LA VIDA NUEVA A LA QUE NOS LLAMA JESÚS

Cuando escuchamos la palabra “vida nueva” muchas veces nos llenamos de temor y sin que podamos alcanzar a comprender su verdadero significado, dudamos en aceptarla y hacerla una realidad, para que así, experimentemos un estado nuevo que llena de aliento nuestro ser.
Es este, el requerimiento indispensable que nos pide Jesús para asumir de verdad la opción de ser su seguidor.

Él nos invita a renovar nuestro espíritu, más no nuestro cuerpo, es decir, volver a experimentar el estado de gestación en el vientre de nuestras madres y nacer. ¡No!, Él quiere que mediante el discernimiento personal y sincero, esculquemos cada rincón de nuestro corazón y nuestra alma sacando de ellos sin miedo y sin temor, aunque nos duela, cada una de esas cosas que se encuentran allí sembradas y enraizadas, que nos hacen tanto daño y que nos cierran toda posibilidad de apreciar la luz de la verdad.

Son muchos las citas donde Jesús manifiesta su radicalidad y nos exige cumplir ésta obligación. En Lucas 9. 57-61, Él le manifestó a alguien que le miró:”Sígueme”, pero, ese alguien que se encontraba postrado de inseguridades, temor e indecisiones, le dijo: “Permíteme primero enterrar a mi padre quien acaba de fallecer”. Jesús, al conocer sus debilidades le hablo con autoridad, diciéndole: “Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú si quieres seguirme, anda y ves a anunciar el Reino de Dios”, A otro, que también se encontraba en esas mismas condiciones, le manifestó: “Todo el que pone la mano al arado y mira para atrás, no sirve para el Reino de Dios”.

Apreciamos la dureza y la rectitud con la cual nos exige que nuestras actitudes sean radicales y con decisión para renovar nuestra vida; así que para ser seguidores y continuadores de su Obra en el mundo hay que asumir grandes retos.

En el mismo Evangelio de San Lucas Cap. 12.22-31, Jesús regaña con dureza a quienes se equivocan y piensan que seguir a Jesús es un requisito social o pasajero o también un capricho para optar de manera hipócrita e incoherente, la continuación de una vida consagrada, ocultando en ella sus tinieblas. A esos los reprende diciéndoles: “No se preocupen por la vida, pensando: ¿que vamos comer?, no se inquieten por el cuerpo: ¿Con que nos vamos a vestir? Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido”.

No nos preocupemos únicamente en formar parte de una comunidad religiosa o de un grupo apostólico, solo para aprender unas enseñanzas que nos ayudan a realizar un cambio en nuestras vidas, sino que además de eso, reconozcamos que somos impotentes para superar todas las barreras y dificultades que nos depara la vida y a que sintamos la necesidad de empezar a caminar de la mano de Jesús hacia una vida nueva y autentica como lo quiere, despojándonos de todo y glorificándolo como nuestro Padre del cielo.

"TANTO NOS AMA DIOS QUE NOS OFRENDÓ SU HIJO ÚNICO, PARA QUE TODO EL QUE CREA EN ÉL NO SE PIERDA SINO QUE TENGA VIDA ETERNA Y ABUNDANTE".
 
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martes, septiembre 04, 2007
"ID Y HACED DISCÍPULOS EN TODAS LAS NACIONES"

Al leer y reflexionar el Evangelio de San Mateo Cap.28.19, puedo percibir que la orden del envío que Jesús nos hace es estricta, porque quienes optamos por seguir sus huellas y ser sus apóstoles, tenemos de dejarlo todo y tomar la actitud de continuar el mismo camino, dejando en cada paso sus huellas, como nuestro Maestro.

Nos envía a evangelizar a todos los hombres sin distingo de raza, clase social o religión y nos pide tomar en serio el reto de esparcir en cada rincón del mundo su palabra de vida, para que sean muchos los que lo amen y lo conozcan como el único y verdadero Dios que nos abre el camino de la verdadera libertad y de la salvación.

Él no quiere que nos convirtamos en maestros que enseñan el contenido del Evangelio, sino que desea que nuestra vivencia del encuentro con Él, sea el reflejo de un testimonio de vida abundante, para que, quienes nos escuchan perciban su suave olor y lo acepte sin reservas y sin condiciones.

El desea que nos convirtamos en ríos que llevan el agua viva que sacia la sed, que acoge, enseña y muestra libertad a la esclavitud del mundo, a que seamos testigos de su palabra, a que bañemos cada rincón de la tierra llevando consigo grandes proyectos y propuestas para que el mundo viva en el amor, la paz, la justicia, la fraternidad y la solidaridad, añorando la esperanza de una vida nueva, a que conduzcamos a muchos hombres en el conocimiento de la verdad y ha que perciban la felicidad de tener un verdadero Padre que nos quiere desinteresadamente.

Jesús con su vida, nos enseñó a que siguiéramos su ejemplo de reunir grupos de hombres y mujeres dispersos por el mundo para que se dispongan a realizar una comunicación personal con Él y a convivir y compartir el diario vivir junto a otros.

“Hagan que sean mis discípulos” Mt.28.19. Así como Jesús habló mucho del Reino de Dios a judíos, griegos, romanos, así hoy nos corresponde a nosotros sensibilizar a la practica constante de la liberación interior, mediante la interiorización personal que ayuda a explorar nuestras falsas creencias y errores, permitiéndonos alcanzar con la ayuda del Espíritu Santo, la resurrección de nuestro ser a una vida nueva llena de esperanzas.

“Yo estoy con ustedes todos los días hasta que termine el mundo” Mt. 28.20. Nuestra conversión consiste en descubrir en medio de toda dificultad el amor de Dios Padre, quien desea intensamente que cada uno alcance la salvación por intermedio de su Hijo, quien va a nuestro lado ayudándonos y nutriéndonos con su palabra para que seamos unos buenos discípulos.
 
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domingo, septiembre 02, 2007
NUESTRAS DISCULPAS A DIOS

Jesús al realizar la multiplicación de los panes, nos enseño a quienes queremos ser sus seguidores que no hay disculpas para compartir nuestros dones con aquellos que se muestran interesados en conocerlo y seguirle. Él educo a sus discípulos para que fueran capaces de desechar el egoísmo sin guardar nada para sí y les pidió que se atrevieran a hacer una vida abundante en el mundo, multiplicando todo lo que de Él habían aprendido. Su orden fue clara y concisa: “Denle ustedes de comer” Lc.9.13.

Nos exhorta con su ejemplo de servicio y nos encomienda la misión de ser como Él, pidiéndonos que tomemos la decisión particular de partir y distribuir nuestra vida con todos aquellos que la necesitan y a que trabajemos unidos a fin de lograr la transformación de los hombres para que se constituyan en una comunidad solidaria, fraterna y de amor.

Es por ello, que nuestra responsabilidad de cristiano ha de estar centrada en el sentar en la misma mesa a todos aquellos que necesitan de la palabra de Dios sin distinción alguna y con la fuerza del Espíritu, enseñarles con nuestras cualidades y de manera desinteresada, el Evangelio de la salvación.

El campo para cosechar es grande y nosotros los obreros del Reino de Dios, tenemos la responsabilidad de convocar a muchos para que tomen en sus manos junto a nosotros, el azadón, y el machete a fin de segar la maleza que corroe la sociedad, preparando el terreno e ir esparciendo la buena semilla que nos llevará a obtener una cosecha buena y abundante.

Hoy todos los hombres tenemos la obligación ineludible de convertirnos ante el mundo en testimonios de la resurrección; acogiendo y alojando en nuestros corazones a quienes necesitan de nuestro amor para darles de comer el alimento del pan vivo y así, se acreciente la pasión de conformar en cada rincón de la tierra, la comunidad como la quiere el Señor.

¿Cuantos de nosotros vivimos excusándonos por colocar al servicio de todos, nuestros dones y cualidades, dizque por no tener el tiempo necesario para ello? Que bueno sería que hoy levantásemos los ojos y miremos la inmensidad del amor de Dios hacia nosotros y le demos gracias porque vivimos y somos lo que somos, porque tenemos una familia por quienes nos forjamos sueños y esperanzas; que no vivimos aislados en el mundo sino que a nuestro alrededor hay muchas personas que tienen ideales y metas propuestas pero que necesitan ayuda, amor y comprensión. Que convivimos con muchos hombres en un total abandono, mientras otros derrochan lo que tienen. ¿Serás ese discípulo solidario que refleja el amor que nos enseño Cristo?

COMPARTE CON TUS HERMANOS EL PAN DE CADA DÍA.
 
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